sábado, 25 de abril de 2015

DIVERGENTE.

Hoy es el último día que estoy en este lugar con todo lo que eso conlleva. Mis ilusiones, mis metas, he cambiado mi rumbo permanente en la vida por mutilar mis utopías y dedicarme a comportarme como si fuera una mascota. Contenta de que llegue, si está enfadado, es un castigo; si decide hablarme atropello mis palabras para sonar cantarina, girando en torno a mí como jugueteando, pidiendo caricias, esperando en la penumbra a que algo cobre vida y me haga consciente de mi existencia.
                                                 
Toma lo que quieras.



No hay nada que lo detenga ya, ha tomado carrerilla, abriendo cada día la red y combinando posiblidades infinitas para abatir su soledad en un mullido abrazo de bienvenida al mundo de las desilusiones, sin que nadie sepa que no hay dolor, no hay desamor, sólo fui un espécimen subjetivo con el que experimentar. Un objeto animado sintiente, una especie de Pepito Grillo que no dejaba sus caprichos libres de culpa, siempre había un pero, siempre había un "yo más". Mirando atrás y mirando al frente se le olvidó mirar a su lado, mientras pasaba el tiempo, y hacía su vida y solucionaba su futuro, yo me apagaba poco a poco.
¿Dónde estás?



Dejé mis temas de interés, me hice un especialista en los suyos. Cada vez mi mochila era más grande, cada vez tiré más mío para cargar con lo suyo, y hoy, precisamente hoy, aún miro todo con ilusión de que en algún momento valore lo que tuvo, pero la cibervida es enorme y se hace apología a los amores a distancia, que olvidamos que cuando seamos viejos de nada servirá encender nada, cuenta lo que te demostraron in situ. Mientras se hace con trucos de magia en una manga para los momentos de aburrimiento, imagino cómo será poder demostrar lo que no pude hacer. 

Tranquilo, yo estoy aquí.
 Hablo mientras teclea en la pc. -"Podemos vernos y comer juntos, ir al cine, hacer todo lo que no hemos hecho antes"-
-"No, tengo que hacer unas cosas en mi Face, ahora hablamos"-

Toda la tarde esperando y con temor a que llegue ese día, voy dando forma a mi interior, tanta forma que ya no sé dónde estoy ni quién soy.





ODIOLACIBERVIDA.